MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y DOS A DIOS

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3442.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por ser nuestro padre, señor y redentor. Cada día, todos los días tu mi amadísimo Señor Jesucristo nos bendices con tu inmenso amor, nos bendices con tu divina presencia dentro de nuestros corazones, nos bendices con tu sagrado manto de protección y nos bendices con el perdón de todos nuestros pecados.

Cada día, todos los días tu nos bendices con el don de la vida y procuras para nosotros salud y bienestar. Tu siempre estas al pendiente de nosotros, de nuestras necesidades y deseos.  Estás pendiente hasta del mínimo detalle porque tu amor hacia nosotros es tan inmenso que siempre procura lo mejor para todos nosotros.

Oh, mi adorado padre celestial yo te agradezco con todo mi corazón por todo lo inmenso que nos brindas a todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Gracias por el inmerecido amor que recibimos de ti cada día, todos los días. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por rescatarnos de todos los hoyos en los cuales nos metemos los humanos cuando nos equivocamos. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por cuidar de tu rebaño con tanto amor, oh, mi amadísimo señor Jesucristo gracias por nunca abandonarnos, en esta vida sin ti no somos capaces de nada. Y en este punto yo quiero detenerme para decirte que te agradezco con todo mi corazón por estar dentro del corazón de mi hijo menor Andrés dándole tu inmenso amor, por estar dentro de su mente ayudándolo a sacar de ella todos los malos pensamientos y las ideas horribles que las personas malas le pusieron en su cabeza y que todavía lo afectan, por estar dentro de su organismo para darle salud y bienestar y por esta dentro de su alma para demostrarte que él puede ser feliz a pesar de todas sus debilidades humanas. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.