PAGINA PRINCIPAL

viernes, 2 de febrero de 2024

MI CARTA DOS TRES MIL DOSCIENTOS DIEZ A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3210.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por darle mas importancia a las personas, a lo que dicen de mí, a lo que hacen y a lo que piensan que a darle cumplimento a todas las promesas que yo te hago a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por caer en la desesperación humana de no saber que hacer para cambiar las situaciones que están mal en mi vida, en lugar de conservar la fe y esperar hasta que tu cambies esas situaciones cuando sea tu santísima voluntad. Te suplico que me perdones por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por los miedos que tengo, por el temor de todo, por el miedo a la muerte, por el miedo a irme de este mundo sin pena ni gloria, el miedo a no poder conseguir un empleo que dignifique mi humanidad ante mi mismo, el temor a continuar dependiendo al 100 por ciento y de terminar mis días en esta constante humillación. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por dejarme llevar por el miedo en lugar de por mi fe en ti. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque hasta el día de hoy, no he sido capaz de pasar la prueba de recibir ofensas, quedarme callada, no comenzar una pelea o no caer ante las provocaciones para seguir peleando, por amor a ti. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario