Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 3441.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, se que me hace falta ser más
agradecida contigo por todas las cosas buenas y maravillosas que me has regalado
en estos sesenta años. Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo yo
nací en el seno de una familia numerosa. Tuve un padre, una madre y tengo unos
hermanos. Tu amor me dio una familia para compartir con ella y yo, con mis
innumerables vacíos humanos, traumas y frustraciones que no supe manejar, me
aleje de esa familia.
Pasaron los años y tu mi amadísimo
señor Jesucristo seguías inundado a mi corazón con un amor tan grande que lograba
llenar todos esos vacíos que yo traía arrastrando desde mi niñez y que continuaban
conmigo durante mi adolescencia.
Luego, en mi juventud, tu mi
amadísimo señor Jesucristo me bendijiste, con esos tres inmensos tesoros que tu
amor me regalo, mis tres preciosos hijos. Esos hijos que tu amor me regaló le
dieron un sentido diferente a mi vida y aunque no supe cuidarlos como debía,
esos tres preciosos hijos han sido, después de tu inmenso amor, el mas puro
amor humano que yo he tenido gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Dios de mi amor, hoy quiero
decirte desde el fondo de mi corazón que estoy absoluta y totalmente agradecida
porque tu inmenso amor me dio la oportunidad de nacer en este mundo maravilloso
que tu mi amadísimo señor Jesucristo creaste para todos nosotros tus hijos
alrededor del universo entero.
Te estoy total y
absolutamente agradecida por el don de la vida, por cuidar de esa vida que me
diste con tanto amor y devoción, por devolverme la salud cuando me ha faltado,
por extender la vida de mi corazón con el marcapasos que gracias a ti y solo a
ti mi Diosito adorado los médicos me pusieron desde que tenía 18 años y que gracias
a ti y solo a ti mi Diosito adorado, me han cambiado varias veces para que mi corazón
no se detenga. NO soy merecedora de tantos milagros recibidos de tus sagradas
manos, pero te agradezco de todo corazón por habérmelos regalado y te suplico
que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca dejes de bendecirme con
esos tus preciosos milagros. Te lo suplico por tu inmenso amor y ter doy
gracias mi adorado padre celestial.
Gracias, gracias, gracias,
mil gracias, muchísimas gracias. Te amo, te amo, te amo, tu mi Diosito adorado
eres mi único amor, lo mas puro y hermoso que tengo en esta vida y te suplico
que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca me abandones.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario