Buenos días mi
Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti,
la carta número 3215.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas
nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo a mi hijo menor Andrés
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección, en este momento,
hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que esté donde el este,
siempre este bien gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
amor, en tus manos encomiendo mi relación con mi hijo menor Andrés, es una relación
que esta completamente quebrada. Hoy ante ti mi amadísimo señor Jesucristo, me
declaro incapaz de resistir todos sus ataques, las cosas tan horribles de las
que me acusa y que yo ni siquiera conozco. Hoy, te suplico con todo mi corazón que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor ayudes a mi hijo a aclarar todas sus
ideas para que ya no sufra más. Y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
me ayudes a mi para que yo sepa que hacer y que decir para contribuir a que mi
hijo este bien. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mii
cielo, en tus manos encomiendo este dolor que siento por haber perdido a uno de
mis hijos, tu me concediste el gran tesoro de ser madre y yo no supe cuidar de
ese tesoro. Es algo de lo que me arrepentiré toda mi vida. Yo se que debo pagar
las consecuencias de mis actos y que este es quizá lo que yo merezco, pero
quiero que sepas que me duele demasiado. Sin embargo hoy te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor me concedas la resignación y me ayudes a
amarte mas a ti para que este sufrimiento que hoy tengo a causa de todo lo que
ha pasado con mi hijo, no sea mas grande que mi amor por ti. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, en tus
manos encomiendo a mi hijo, su sufrimiento y todo lo malo que le este pasando y
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por
siempre y para siempre, para que todo lo malo se aleje de el y pueda ser feliz
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario