Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 3430.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú eres el único que sabe todo lo que
hay en mi mente y en mi corazón. El único que realmente conoce cual es mi situación
económica, las angustias que paso pensando en que quizá yo no sea capaz de
sostener a mis hijos ni de ayudarlos como ellos necesitan. Tú sabes que hago lo
que sea para suplir las necesidades de este hogar y también las necesidades de
mis hijos y sabes también que a todos yo les he quedado mal.
Hoy quiero levantar mis ojos
hacia ti, alzar mis manos para pedirte que, si es esa tu santísima voluntad por
favor no me abandones, para pedirte que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor me abras las puertas de la economía para poder apoyar de manera integral
a mis hijos y así lograr, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo,
que mis hijos no se desesperen por falta de recursos económicos. Te suplico que
me ayudes por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en tus
manos encomiendo la consecución del dinero para pagar la renta de Andrés, para
pagar la renta de Johana, para pagar la renta de nosotros aquí, para sostener
el alimento de mis hijos Andrés y Johana y sostener el alimento de nosotros aquí,
de mi esposo, de mis animales y de mi misma y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este
momento, hoy, mañana y siempr3e, por siempre y para siempre, para que yo pueda conseguir
ese dinero que todos necesitamos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus
manos encomiendo la consecución del dinero para pagar la universidad de Andrés y
todo lo que le debo a mi hija Johana, y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy,
mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que yo pueda conseguir ese
dinero que tanto estoy necesitando gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario