PAGINA PRINCIPAL

martes, 10 de septiembre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS TREINTA Y UNO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3431.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón y con mi alma que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no ser capaz de cumplir las promesas que te hice de no caer en las provocaciones de las palabras hirientes y las ofensas de mi esposo, y de no pelear con el diciéndole cosas hirientes para desquitarme de todo lo que el me dice. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad por favor me perdones por ser tan intolerante, por no haber sabido entender más a las personas que me diste para amar en este mundo. Te suplico que me perdones por tu inmenso mor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por haberme dejado llevar por la pereza tantos años y no haber aprovechado el tiempo para tener una jubilación que me ayudara a subsistir en mi vejez. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no tener una solvencia económica que me permita vivir por mi misma y tener que depender del dinero que gana mi esposo quien trabaja tan duramente y quien siempre esta triste y desesperado porque yo no le dejo dinero para sus propios gastos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no servir para nada, por vivir de todos y por no aportar lo suficiente con el fruto de mi trabajo para la consecución conjuntad de los objetivos del hogar. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no poder darle a mi esposo la libertad que el necesita para que se vaya a vivir de la manera que el quiere, ya que dependo casi totalmente de él. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario