PAGINA PRINCIPAL

sábado, 3 de agosto de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y TRES A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3393.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tu sabes lo que significa para mí, estar viva, gracias a tu inmenso amor. La vida que tu mi amadísimo Señor Jesucristo me regalas cada día, después de tu inmenso amor, es mi mejor bendición. Yo te agradezco con todo mi corazón, por permitirme vivir y recibir de tus sagradas manos esta enorme bendición. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, tú sabes cuanto miedo le tengo yo a la muerte, sabes que cada vez que esa palabra aparece en mi mente, yo trato de desecharla y pensar en otra cosa. Yo sé que la muerte es inevitable, porque tú la creaste para llevarnos al cielo después de morir, aun así, se me hace muy difícil aceptar la idea de tener que morir, por el terrible miedo que me produce ese momento.

Hoy solo quiero que sepas mi amadísimo Señor Jesucristo que te amo con todo mi corazón y que te agradezco infinitamente por cada día de vida que tu amor me regala y que, si es esa tu Santísima voluntad, yo aprenderé a aceptar tu voluntad para morir en tus brazos y despertar en el cielo, junto a ti, él día que tu decidas sacarme de este mundo terrenal que tanto amo y que me da tanta felicidad, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo creo en las palabras del credo que dice y de nuevo vendrá con gloria parea juzgar a vivos y a muertos y su reino no tendrá fin, y creo que algunas personas, las mas buenas y puras son las que tendrán el derecho de estar vivas el día de tu juicio final. Me encantaría que mis hijos, mi esposo y su familia, yo y todas las personas y animales que me diste para amar en este mundo tuviéramos ese enorme privilegio de estar vivos para ese momento, pero si no es así, si nuestro destino es morir al igual que todos los que ya se han ido, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos ayudes a llegar a ese momento con resignación. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario