PAGINA PRINCIPAL

viernes, 12 de julio de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS SETENTA Y UNO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3371.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, hoy simplemente quiero agradecerte inmensamente con mi alma, con mi corazón, con todas las fuerzas de mi ser, por amarme tanto. Gracias por perdonarme siempre y sobre todo gracias, porque nunca me has abandonado. Mi adorado padre celestial tu tomaste mi vida y la transformaste, tu tomaste mi mente y la limpiaste de tantos pensamientos negativos y tomaste mi corazón y lo llenaste con tu divina presencia y con tu inmenso amor. Ahora se, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo que tu amor dentro de mi corazón es lo único que me mantiene feliz en este mundo en el que la indiferencia y el odio humano amenaza con destruirnos.

Y es que tu amor cubre de gloria mi vida, tu amor es mi escudo protector, tu amor es el que siempre cura las enormes heridas que me producen el desprecio de mi hijo y la manera tan cruel que el utiliza para dirigirse a mí.

Dios de mi amor, tu amor traspasa las fronteras de mis pensamientos y tu amor me enseña todo lo malo que yo hago, me muestra mis errores y me muestra también la manera de corregir esos errores. Tu amor me da esperanza a pesar de que humanamente parezca que ya no hay nada que hacer.

Dios de mi cielo, si no fuera por tu inmenso amor, yo no sería capaz de sobrellevar el dolor de saber que soy profundamente odiada por mi hijo, un hijo por el que he luchado tanto. Pero tu amor también me ha enseñado que, a pesar de haber luchado tanto, esa lucha se quedó corta y que, hoy en día, debo estar inmensamente agradecida de que mi hijo menor se encuentre bien a pesar de que me odie. Y es que, quizá ese odio que el me tiene, es el que le ayuda a seguir adelante sin sentirse más triste.

Dios de mi corazón, gracias por amarnos tanto, gracias por protegernos siempre, gracias por acompañarnos y nunca dejarnos solos, gracias por cuidar de mis hijos con tanto amor, gracias por cuidar de mi esposo con tanto amor, gracias por cuidar de mis hermanos, hermanas y sobrinos con tanto amor, gracias por cuidar de mis animales panchito, bebe y samanta con tanto amor, gracias por cuidar de mi con tanto amor y mil gracias por cuidar de todos nosotros los seres vivos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario