PAGINA PRINCIPAL

martes, 4 de junio de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS TREINTA Y TRES A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3333.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón por enojarme con mis hermanos y hermanas a causa de todas las cosas que le hicieron a mi hermano mientras estuvo vivo, por las amenazas, los regaños, las prohibiciones. Se que no tengo derecho a enojarme porque yo también tuve discusiones con él, discusiones de las que ahora me arrepiento. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por haberme puesto triste en el día de ayer en el que me perdí la llamada de migración, sin entender y aceptar que las cosas pasan por una razón y que tu mi Diosito adorado eres el único que sabe cuando estoy yo preparada para recibir esa llamada. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llenarme de rabia con mis hermanas por las cosas que me hacen, en lugar de perdonarlas y aceptarlas tal y como ellas son, porque tú eres el único que puede juzgarnos a cada uno de nosotros y porque yo no soy nadie para criticar a nadie. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por estar triste porque mi hijo menor se ha olvidado de mí, me odia y no me habla, en lugar de estar feliz porque gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. El se encuentra muy bien en estos momentos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no saber perdonar, por no poder olvidar, por continuar enfrascándome en los sentimientos humanos, en lugar de darle paso a tu inmenso amor, que lo tengo dentro de mi corazón para ser una mejor persona cada día, todos los días. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario