Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 3357.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo
día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo
con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo,
te amo, mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón
por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y
también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de
llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a
todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, yo se
que no basta el arrepentimiento para que yo como humana me sienta mal por todos
los errores cometidos a lo largo de toda mi existencia, pero también se, que el
arrepentimiento sincero si es suficiente para que tu mi amadísimo señor Jesucristo
me perdones. Hoy quiero que sepas que tu perdón es lo único que me da la
esperanza de saber que, a pesar de todos mis errores yo si tengo la
oportunidad, gracias a ti y solo a ti, de corregirlos, enmendarlos y continuar
viviendo gracias a tu perdón. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial.
Dios
de mi amor, tu me bendijiste con tres ángeles de amor que son mis hijos y yo no
he sabido cuidar de esa bendición como debería, es por lo que ahora yo te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me des la oportunidad
de corregir todos los errores que cometí con mis hijos cuando ellos eran unos
niños y así lograr que, si no me perdonan, por lo menos ellos puedan superar
sus traumas, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, hoy conservo la esperanza de que, si es esa tu santísima voluntad,
mi hijo menor pueda venirse a vivir acá a este país y que de alguna manera
podamos recuperar la relación que teníamos o podamos construir una nueva desde
el perdón y acompañados por tu inmenso amor. Ese es mi sueño, pero tu mi amadísimo
señor Jesucristo eres el único que sabe si ese sueño pueda hacerse realidad. En
tus manos dejo ese sueño y que sea lo que tu decidas. Te lo encargo por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, hoy quiero hacerte una petición especial por mi sobrino Jonathan
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por
siempre y para siempre, para que nunca le pase nada malo, para que el pueda
superar todas sus tristezas, para que los problemas humanos no lo venzan y para
que se pegue de ti y de tu amor como la salida perfecta de todos sus conflictos
existenciales. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado padre
celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto
amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario