MI CARTA TRES MIL CIENTO OCHENTA A DIOS

 

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3180.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por permitir que mi hijo Andrés me hable de mejor manera. Gracias por permitir que el este cambiando de actitud conmigo y que ya no me insulte. Ese es un gran milagro para mí que solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por haber sacado a la señora que le trabajaba a Andrés de su casa, tu y solo tu conoces el corazón del hombre y tu y solo tu sabes cuales eran las verdaderas intenciones de esa señora. Quiero agradecerte también por el tiempo que le permitiste trabajar para Andrés y por abrirle su corazón para que ella tratara con cariño a mi hijo. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por la paz, por la tranquilidad, por los milagros que nos haces a diario y que nosotros ni siquiera reconocemos. Por cubrir al mundo con tu inmenso amor y evitar que la maldad llegue hasta nosotros. Eso solo puede ser gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con toda mi alma por regalarme la vida, por estar pendiente de mi salud, por darme el valor para enfrentar las enfermedades y procurar para mi la cura para esas enfermedades. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.  Dios de mi alma yo te agradezco con toda mi alma por regalarles la vida a todos los seres que me dista para amar en este mundo, por estar pendiente de su salud, por darles el valor para enfrentar las enfermedades y procurar para ellos la cura para esas enfermedades. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.  

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.