Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3.174.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.
Y para cumplir con una de las
tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicar te
que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con
tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y
salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi
amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras
peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la claridad de la mente de
mi hijo Andrés y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor la
bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre,
por siempre y para siempre, para que esa claridad le llegue pronto a su mente,
que su memoria recuerde quien soy y como soy verdaderamente. Para que, si es
esa tu Santísima voluntad, él se dé cuenta de que yo no tuve nada que ver con
todo lo malo que sus amigos y novia le hicieron y para que él sepa que yo
siempre lo he amado y apoyado para que se recupere. Eso solo puede ser posible
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por
tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en tus manos
encomiendo la salud mental de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu
Santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para
que su salud mental se recupere totalmente, para que se fortalezca y se
mantenga excelente gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te
lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos
encomiendo a mis tres hijos, Fabián, Andrés y Johana y te suplico que, si es
esa tu Santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y
protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre,
para que estén donde estén y con quien estén, siempre estén bien. Para
que, aunque yo no hable con ellos ni pueda verlos, ellos siempre tengan tu
amor, vida y salud. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi
corazón, en tus manos encomiendo mi fe en ti y te suplico que, si es esa tu
Santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que
esa fe nunca me falte, para que se haga más fuerte y ciega cada día, todos los
días, para que esa fe me fortalezca y me ayude a mantener la esperanza y la
calma pase lo que pase. Eso solo puedo lograrlo gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario