PAGINA PRINCIPAL

lunes, 17 de julio de 2023

MI CARTA TRES MIL DIEZ A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3010.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo sé que quizá todo lo que afirman las demás personas de mi sea cierto, yo sé que mi esposo tiene mucha razón en algunas de las cosas de las que me acusa, pero también sé que en otras se ha pasado de insultarme. Lo que yo en realidad quisiera seria que me sienta muy mal por las cosas que son ciertas, porque gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, yo tengo conciencia, pero que las cosas que no sean ciertas no me hagan sentir mal. No sé cómo hacer para separar las dos cosas pues por lo regular, ambas son parte de la misma conversación. Es por lo que quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me des la sabiduría para aceptar las cosas que hago mal y para rescatar las cosas que hago bien ante tus sagrados ojos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo solo quiero que sepas que te agradezco con el alma por todas las cosas buenas que tu me brindas cada día, todos los días, tu amor, la vida, la salud, la energía, la esperanza y la fe y que son todas esas cosas buenas que tu me das, las que me ayudan a sobrellevar, todas las cosas malas que yo me busco a mi misma y que recibo de los demás. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, el amor que me das, el amor que me permites darte y la fe con la que me bendices cada día son las únicas cosas que yo sé, realmente necesito para ser feliz, por eso quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca me las quites y permitas que yo me aferre a ellas para no caer en la desesperación, pase lo que pase. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, te entrego mi vida, mi alma, mi corazón, todo mi amor y mi devoción en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre. Te los entrego por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por permitirme ponerme al día con tus cartas. Sabes que el poder comunicarme contigo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, me hace demasiado feliz. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario