MI CARTA TRES MIL ONCE A DIOS

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3011.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL 68⁹ HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA. 

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor.  Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo nuestra vida y nuestra salud en este momento en el que están utilizando la maquinaria pesada para construir en el sótano y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que terminen, para que no nos pase nada gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo.  Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo la consecución de una persona para rentar el cuarto que tenemos desocupado y te suplico que, si es esa tú Santísima voluntad y tú decides que ese cuarto se ocupe, sea por una buena persona gracias a ti y solo a ti mi amadísima Señor Jesucristo.  Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo la consecución de un empleo que nos ayude a mantener este hogar para no tener que rentárselo a nadie, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo.  Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la conversación que vamos a tener esta noche con el dueño de la casa y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que esa conversación termine exitosamente gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. 

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo el mejoramiento de los ingresos económicos de mi esposo para que podamos pagar todas las deudas que tenemos y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre para que podamos salir de esta situación airosos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.