PAGINA PRINCIPAL

martes, 13 de junio de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2976.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te soy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, en realidad no tengo palabras para agradecerte por tantos milagros recibidos de tus sagradas manos, aun sin que yo lo merezca. Quiero decirte gracias oh, mi amadísimo señor Jesucristo por habernos regalado el milagro del dinero para pagar la renta del nuevo lugar que nos permitiste conseguir. Te agradezco con el alma por abrir los corazones de los clientes de mi esposo Guadalupe y de su trabajador que nos prestaron el dinero para pagar la renta, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón porque nos sacaste de este lugar sin problemas, porque no permitiste que la señora Lynn nos hiciera ningún daño, porque nos regalaste la energía vital para enfrentar y pasar este momento amargo y porque tomaste sobre tus hombros la peor parte de el para que a nosotros se nos hiciera más fácil. Oh, mi amadísimo señor Jesucristo, en verdad no tengo palabras para expresarte y demostrarte mi agradecimiento. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con el alma y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todo lo que yo haya hecho para llegar hasta este enorme problema. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias, gracias, gracias, mil gracias, muchísimas gracias por el nuevo hogar que nos regalas y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos abras las puertas para que podamos tener el dinero para sostener ese arriendo, gracia a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor y te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario