PAGINA PRINCIPAL

lunes, 8 de mayo de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA A DIOS



Buenos días, mi Dios adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.940.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú sabes que yo quiero abrir mis manos para recibir de tus sagradas manos todas las bendiciones que tú tienes para darme. También sabes que muchas veces, yo no te he permitido entregarme esas bendiciones por culpa de mis dudas y mis miedos humanos. Es por lo que hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad y si esta oportunidad que nos abres ahora es una verdadera bendición que viene de tus sagradas manos, por favor nos abras todas las puertas para que podamos recibirla. Pero si es esta una decisión humana que tú sabes que no nos conviene, por favor las cierres. Estoy en tus manos y hago tu santa voluntad y te prometo hacer lo que tú me digas que haga y poner todo lo que humanamente deba poner para hacer que las cosas funcionen. Pero que se haga solo tu santa voluntad. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, gracias a tu inmenso amor yo cuento con la enorme bendición de tener junto a mí a dos angelitos de amor encarnados en mis dos gatos, bebe y panchito. Gracias a ti, ellos tienen una buena vida, son libres para jugar, correr, pedir atención y sobre todo gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, yo puedo brindarles el amor, la compañía y la alimentación que ellos requieren para que estén felices y saludables gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, es por lo que quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no permitas que el cambio al que los vamos a exponer sea negativo para ellos. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor les permitas adaptarse rápidamente y que si tú ves que este cambio va a ser positivo y saludable para ellos y no van a pase por ningún sufrimiento por favor nos abras las puertas para movernos a esa casa, si por el contrario tú sabes que eso les va a causar cualquier dolor por pequeño que esté sea, por favor nos cierres esas puertas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de cielo, tú has puesto dentro de mi corazón un inmenso amor para mis animales, mis dos gatos y mi tortuga, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me permitas protegerlos de todo mal y peligro de la manera humana que tú me concedas y que, si es tu santísima voluntad, por favor los libres de todo mal a ellos y a todos los demás animales que existen en el mundo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo nuestros días y nuestras noches, nuestro hoy, nuestro pasado y nuestro futuro y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección, por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario