PAGINA PRINCIPAL

sábado, 1 de abril de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS TRES A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.903.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL INMENSO HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo sé que el ser una rémora mantenida ha sido la constante de mi vida, casi toda la vida y se también que la única culpable de que eso sea así soy yo. Hoy quiero escribirte, aun a sabiendas de que tu mi amadísimo señor Jesucristo conoces absolutamente todo de mí, porque vives dentro de mi corazón y de mi mente, que en verdad quisiera tener la oportunidad de trabajar y de valerme por mí misma por primera vez en mi vida. 

Yo quisiera poder aportarles a mis hijos todos lo que necesitan sin tener que pedirle nada a mi esposo para ellos, porque sé que no son suyos y porque siempre tenemos grandes problemas por esa razón. Yo seguiré peleando por el dinero para mis hijos porque prefiero pelear a dejarlos sin su dinero, pero soy consciente de que mis hijos son mi responsabilidad y que debo ser capaz de mantenerlos única y exclusivamente con tu ayuda mi amadísimo señor Jesucristo. Te digo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo me arrepiento de todo corazón por no aportar dinero para este hogar, por no haber sido capaz de sostener los empleos que me has dado y porque el hecho de no cuidar de esos empleos me tiene en este momento totalmente quebrada financieramente. Te digo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo quiero un sepas que voy a poner todo lo humanamente que puedo poner de mi parte y que voy a esperar hasta que sea tu santísima voluntad que yo consiga un empleo que me ayude a ser independiente económicamente para ayudar a mis hijos sin la vergüenza de saber que el dinero que mi esposo me da para ellos me lo da con mucha rabia y sin amor. Te digo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario