PAGINA PRINCIPAL

viernes, 31 de marzo de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS DOS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2902.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para hacerte muchas promesas, promesas que, si es esa tu santísima voluntad, yo pienso cumplir al pie de la letra por amor a ti. Dios de mi vida, yo te prometo que, a partir de este momento, no volveré a pelear con nadie, suceda lo que suceda, me digan lo que me digan y te hago esta promesa para poner algo de mi parte para que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no nos quites a mi hijo y a mí, el enorme milagro de haberlo sacado del mundo en el que él estaba. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te prometo comenzar a partir de hoy a alimentarme mejor y para eso, te prometo dejar de comer pan, para probar si con eso se mejora la salud de mi estómago, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te prometo seguir firme en mi fe en ti, seguir firme con la promesa que te hice de no hablarle a mi hijo menor sino lo necesario, en aras de ayudarle a sentirse tranquilo sin ese maltrato emocional que él dice que yo le doy cada que le hablo. Te hago esta promesa porque gracias a tu inmenso amor yo pude entender que eso es lo que debo hacer para ayudar a mi hijo a sentirse mejor. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te prometo que, a partir de hoy voy a comenzar a caminar el tiempo que yo pueda hasta poder alcanzar la meta de caminar 30 minutos diarios, por amor a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, todas estas promesas que te hago, aunque sean en honor a ti, son para mi bien, porque yo sé que tú me amas y que quieres lo mejor para mí, Solo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me abras los oídos y los ojos para que pueda escuchar y ver que es lo que tú quieres que yo haga, porque te prometo seguir tus instrucciones al pie de la letra para demostrarte no solamente que te amo con todas las fuerzas de mi corazón, sino que mi fe en ti es ciega. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario