Buenos días mi
Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti,
la carta número 2888.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi
amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones
con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida
y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas
nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo el reintegro del
dinero de la matrícula de mi hijo Andrés para su maestría y te suplico que, si
es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección,
antes, durante y después de que se lo regresen y le vuelvan a habilitar su
ingreso al semestre, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
amor, en tus manos encomiendo los trabajos que van a hacer en la cocina de esta
casa en el día de hoy y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor me protejas de todo mal y peligro, antes, durante y después de que la
instalen con éxito, gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial.
Dios de mi
cielo, en tus manos encomiendo todos lo que me pueda hacer daño en el entorno y
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección, hoy, mañana y siempre para que nunca me pase nada
malo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por
tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
en tus manos encomiendo todas las cosas electrónicas, los computadores,
taladros, toda la estática del ambiente y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección, hoy, mañana
y siempre, para que nunca le hagan daño a mi marcapasos, para que no me lo
descarguen o me lo descompongan, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de
mi alma, en tus manos encomiendo este día para mí y para todos los seres que me
diste para amar en este mundo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después
de que termine con bien para todos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario