PAGINA PRINCIPAL

sábado, 18 de marzo de 2023

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS OCHENTA Y NUEVE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2889.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos regales a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haber entendido que aún me falta la humildad para quedarme callada sin hablar y sin defenderme, tenga o no tenga la razón. En los trabajos, en mi casa, en mi vida, con mis hijos, con mi esposo, con todas las personas que conozco yo tengo el mismo problema, cometo el mismo error y es estar siempre a la defensiva y no permitir siquiera que ellos terminen de hablar para comenzar a defenderme. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo de verdad quiero cumplirte todas y cada una de las promesas que te hago con el único propósito de demostrarte que te amo por encima de todo y de todos y que no importa lo que yo sienta como humano, nada es más grande que el amor que yo te tengo a ti. Es por lo que hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a hacerlo, sin importar nada. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en aras de dar cumplimiento a todo lo que te he prometido, yo quiero, son tu bendición, a partir de este momento, ofrecerte un voto de silencio.

Comenzando desde hoy, yo voy a comenzar los 3 primeros días sin hablar, sin contestar, sin defenderme. Contestar solo si o no o lo más básico cuando alguien se dirija a mí y no contestar absolutamente nada, aunque me estén insultando o provocando. Te prometo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te prometo que, a partir de este momento yo no voy a volver a pelear con nadie, por ningún motivo, tenga o no tenga la razón. Te lo prometo porque en verdad quiero demostrarte a ti y solo a ti, que te amo con todas las fuerzas de mi corazón y que mi amor por ti es más grande que los sentimientos que me provoquen lo que los humanos me hagan o me digan. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario