Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2794.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga
vida y salud, física, mental y espiritual, te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas
nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo este día para todos nosotros
tus hijos alrededor del mundo entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor nos sigas bendiciendo con tu amor, compañía y protección, este y
todos los días, por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi
amor, en tus manos encomiendo la mente de mi hijo menor y te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
para que sus recuerdos verdaderos regresen a él y pueda curarse de todas las dudas
y telarañas que hay en ella gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
cielo, en tus manos encomiendo mi proyecto de vida, la consecución de los
recursos económicos que necesito para seguir ayudando a mis hijos, a mi esposo
ahora que el trabajo merma y a mejorar la economía del hogar y te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
antes, durante y después de que me ubique en lo que tu decidas, gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
en tus manos encomiendo esta navidad para todos nosotros tus hijos alrededor
del universo entero, que podamos terminar el año bien y comencemos uno nuevo
mejor, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en
tus manos encomiendo la materialización de la idea de negocio que gracias a ti
yo ahora tengo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
permitas que sea una realidad, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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