PAGINA PRINCIPAL

viernes, 30 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS ONCE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.811.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, hoy es 30 de diciembre del año 2022 y quiero empezar diciendo, gracias, gracias, gracias, gracias por amarnos tanto. Tu amor es lo único que me ha sostenido toda mi vida, tu amor fue lo único que me saco de la depresión y el desespero de saber que mi hijo estaba muy enfermo y que podía curarse gracias a tu inmenso amor. Tu amor es lo único que necesito para tener esperanza, para llenarme de fe y es tu amor la única razón por la que tengo vida y salud. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con toda el alma, por tu divina presencia dentro de mi corazón, porque esa es la hermosa manera que tú tienes de poder cuidar de cada uno de nosotros desde lo más profundo de nuestro ser. Contigo dentro de mi corazón yo siempre me siento acompañada, protegida, bendecida y amada. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por ser mi padre, por ser el único y verdadero padre, por ser el padre más amoroso del universo entero, por ser ese padre que no castiga, sino que aconseja. Por ser ese padre que nunca se cansa de insistir hasta que nosotros le escuchamos, por ser ese padre que siempre nos perdona hasta las más graves ofensas y, sobre todo, por ser ese padre que nunca se cansa de amarnos, de demostrarnos su amor y que nunca nos abandona. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, te agradezco con toda mi alma por concederme el enorme honor de ser llamada hija tuya, de verdad que ese es el mayor privilegio, la mayor bendición, porque siendo tu hija recibo tu amor, porque siendo tu hija recibo tu perdón, porque siendo tu hija recibo tu abrazo cada vez que lo necesito, pero lo más importante, ser tu hija me une a ti mi amadísimo señor Jesucristo, para toda la eternidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario