PAGINA PRINCIPAL

jueves, 29 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS DIEZ A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.810.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta no para pedirte nada, sino para decirte desde el fondo de mi corazón todo lo que siento yo por ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te escribo todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, yo quiero que sepas que te amo con todas las fuerzas de mi corazón, con el alma, con la razón que tengo gracias a tu amor. Te amo con la alegría de saber que tu vives dentro de mi corazón, te amo con la dicha de tenerte como el mejor y único padre del mundo y te amo con la certeza que siente mi corazón de haber recibido el amor más grande e imperecedero del mundo entero.

Dios de mi amor, yo te amo con cada aliento de mi vida, con cada latido de mi corazón, con todos los sentidos de mi cerebro y los más hermosos sentimientos que salen de mi alma, porque esos sentimientos provienen de ti y regresan a ti cada día.

Dios de mi cielo, quiero que sepas que te necesito a cada segundo de mi existencia, que sin ti mi vida no sería posible, que sin ti yo ni siquiera sería capaz de pensar, de hablar o de actuar, porque el saber que tú me amas, que me cuidas y que me acompañas siempre me da el valor para seguir viviendo aun en los momentos más oscuros que como humano he tenido que enfrentar gracias a mis innumerables errores.

Dios de mi corazón, quiero que sepas que sin ti mi corazón no sentiría la alegría que siente aun en momentos en donde el dolor me visita y las lágrimas salen de mis ojos incontrolablemente.

Dios de mi alma, quiero que sepas que tú eres mi alegría, la alegría que me acompaña a cada instante de mi existencia, la alegría que prevalece cuando el dolor me ataca, la alegría que me hace ver la belleza aun cuando el mundo se torna feo. Eres mi alegría, porque esa alegría proviene del inmenso amor que recibo a cada segundo desde lo más profundo de mi corazón, ese tu inmenso amor.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario