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miércoles, 28 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS NUEVE A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.809.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, como tú sabes, hace poco me quede sin empleo y comencé a buscar, pero hasta ahora no he tenido ninguna oferta, y es por lo que quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas con tu amor, compañía y protección, mi búsqueda y mi consecución del empleo, antes, durante y después de que consiga uno bueno, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo la desesperación que me da el ver que no tengo el dinero suficiente para cumplir con todas mis obligaciones financieras y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, para que ese desespero se convierta en la fe y la confianza que necesito para saber que tu mi Diosito adorado me ayudaras a encontrar el empleo que necesito en el momento que tu decidas, porque tú sabes cuales con mis necesidades y siempre me ayudas a suplirlas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo el empleo de mi esposo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, para que pueda encontrar clientes que le llamen para pintar y no se quede sin trabajo en este invierno, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la economía de nuestros hogares, del  hogar que tengo con mi esposo, del hogar que tengo con mis hijos, de los hogares de cada uno de los seres que me diste para amar en este mundo y de todos los hogares de nosotros tus hijos alrededor del mundo entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, para que nunca les falte ni la comida, ni el techo, ni el dinero para pagar los servicios básicos, ni el empleo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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