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lunes, 19 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2800.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la aplicación para el empleo que pude enviar el día de hoy y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que termine el proceso, para que, si tu así lo decides, el empleo sea mío. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo mi habilidad para buscar y encontrar el empleo que tu decidas concederme y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días, para que esa habilidad sea mejor cada día y para que se exitosa. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, como tú sabes, la economía de mi hogar en este momento es un tanto precaria, tu conoces todo el dinero que gasto y el dinero que tengo y es por lo que te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos abras las puertas de la economía para que tengamos conque sostener a nuestras familias. Que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me permitas sostener a mi hijo menor hasta que el se ponga mejor y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca nos dejes sin el sustento para todos nosotros. Te suplico todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la búsqueda y consecución de un buen y estable empleo que me permita ser útil a mi familia, a la sociedad y a mi misma. Un empleo que me ayude a mejorar la calidad de vida de todos nosotros y que nos brinde la tranquilidad financiera que tu mi amadísimo señor Jesucristo sabes que todos necesitamos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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