Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2756.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU
DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME
EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz
de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi
amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te
amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte
perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además
de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas
a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y
de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el
destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la visita
de mi hijo menor a ese lugar llamado fundación 444 en Bogotá y te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
antes, durante y después de su regreso al apartamento sano y salvo, gracias a
ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en tus manos encomiendo este momento, esta noche, el día
nuevo día que gracias a ti llega, los días siguientes, los meses siguientes,
los años siguientes, por siempre y para siempre y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, para que
este momento, esta noche, el nuevo día que llega, los días siguientes, los
meses siguientes, los años siguientes, por siempre y para siempre sean los
mejores de la maravillosa vida que nos permites tener, disfrutar y conservar.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo el viaje a España de mi
hermana Elisa y sus hijitos y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después
de que lleguen con bien a su destino gracia a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la manera como voy a
reaccionar si mi esposo tiene consigo la tarjeta de crédito de la cual hicieron
esa compra y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la
bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que
termine nuestra conversación al respecto, para que esa reacción sea la mejor y
este dedicada a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y
te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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