Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2684.
Pero antes que nada quiero decirte gracias,
POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI
PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas
que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por
bendecirme con el don de la fe, por enseñarme a vivir en esa fe, por darme la
fuerza para creer en ti y esperar en ti sin importar como se vean las cosas
humanamente hablando. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco con
todo mi corazón por cuidar de mi hijo Andrés en sus peores momentos, por mantener
su cordura, su salud mental, su salud física. Por pelear sus batallas y darle
la claridad mental para saber como cuidar de si mismo. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de
todo corazón por bendecirme con la capacidad para perdonarle a mi hijo todo lo
que el me dice, con la sabiduría para entender que lo que el dice no sale de su
corazón y con la paciencia que necesito para esperar hasta que mi hijo quiero
cambiar, salir de ahí, recibir tu milagro con los brazos abiertos y nunca mas
dejarlo ir. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te agradezco con
todo mi corazón por permitirme mantenerme fuerte a pesar de que a veces quiero
tirar la toalla, por ayudarme a mantenerme feliz, a pesar de que la desesperación
a veces me hace llorar y sobre todo, por estar aquí, junto a mí, dentro de mi corazón,
para conservar mi salud mental, física y emocional a pesar de la montaña rusa
en la que estamos por estos días. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias, gracias,
gracias, por ser mi fuerza, gracias por ser mi padre, gracias por amarme tanto,
gracias por ser la fuerza de mis hijos, gracias por ser su padre, gracias por
amarlos tanto. Gracias por ser la fuerza de mi esposo, gracias por ser su
padre, gracias por amarlo tanto. Gracias por ser la fuerza de todos nosotros
tus hijos alrededor del universo entero, gracias por ser nuestro padre, gracias
por amarnos tanto y sobre todo, gracias por nunca abandonarnos. Te agradezco
todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario