PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 22 de junio de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS VEINTE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2620.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas y cada una de las cosas de las cuales mi hijo menor me acusa que yo hice cuando él era un niño. De todas las cosas que el recuerda y que yo ya he olvidado. De las cosas que ante sus ojos fueron tan graves que aún ahora, después de tantos años él no ha podido olvidar ni superar. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico con todo mi corazón por no saber hablar, porque todo lo que digo, aunque sea de buena intención, termina lastimando a las personas que amo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no encontrar la manera de ser independiente económicamente. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser una fracasada y por no saber cómo dejar de hacerlo a pesar de que tu mi amadísimo Señor Jesucristo me das tantas oportunidades. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te suplico que todo corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haber encontrado la manera de cuidar de mi salud como se debe, porque no he entendido tus enseñanzas, porque no he podido vislumbrar como mejorar la condición de mi estomago a pesar de que tú me lo dices a diario. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no hacer lo que tengo que hacer, cuando lo tengo que hacer. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario