PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 15 de junio de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS TRECE A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2613.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos absolutamente todo en mi vida, y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que me permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial. Porque tú eres mi vida, eres el dueño de mi mundo y de mi existencia y porque si tu estas conmigo, nada me faltará nunca. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, hoy pongo en tus sagradas manos absolutamente todas las cosas malas que hay en mi vida para que se conviertan en maravillosas gracias a tu inmenso amor. las pongo y cierro mis ojos para seguir recibiendo la bendición de tu inmenso amor.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo todo en la vida de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Y te prometo que, a partir de este momento yo no volveré a sentir ningún temor a cerca de lo que le pueda pasar, porque se que el está en tus sagradas manos y estando en tus manos, esta en las mejores manos. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo todo en la vida de mi hijo mayor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial. Y te prometo que, a partir de este momento nunca volveré a preocuparme por lo que pueda pasarle, porque se que el esta en tus sagradas manos y estando en tus manos, el esta en las mejores manos. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo todo en la vida de mi hija menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias y te prometo que, a partir de este momento no volveré a preocuparme por lo que pueda pasarle, porque sé que ella está en tus sagradas manos, y estando en tus manos, ella está en las mejores manos. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, en tus manos encomiendo todo en la vida de mi esposo Guadalupe y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias y te prometo que, a partir de este momento no volveré a preocuparme por lo que pueda pasarle, porque sé que él está en tus sagradas manos, y estando en tus manos, él está en las mejores manos. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario