Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2597.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN,
POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA
TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi
amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que
he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga
vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón
por haberme salvado la vida en muchas ocasiones durante este viaje que hice a Colombia
para ver a mi hijo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te
agradezco de todo corazón por haberme permitido regresar a mi hogar sana y
salva, por cubrirme con tu manto de protección y de amor, antes, durante y después
del viaje de regreso. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo te
agradezco de todo corazón por cubrir con tu manto de amor y de protección a mi
hijo menor, por estar ahí junto a el protegiendo su vida y su salud, por estar ahí
junto a él acompañándolo en este proceso de depuración por el que está atravesando
ahora y porque nunca lo has dejado solo y nunca lo has dejado de amar, con ese
amor tan puro e incondicional que siempre recibe desde tu corazón para su corazón.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te
agradezco con el alma, por salvar mi vida el domingo pasado, por no permitir
que muriera en Colombia dentro de un hospital cargado de falta total de
humanidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te agradezco
de todo corazón por darle el valor a mi hijo para resistir la soledad, por
llenar su corazón con tu amor para que la soledad humana no le haga más daño,
por abrir su entendimiento a la verdad y por ayudarlo a luchar por mantener su
vida y su salud de una mejor manera. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias, gracias, gracias, por tanto,
amor, por permitirnos sentir ese tu inmenso amor y por bendecirnos siempre con
ese amor a pesar de que no lo merecemos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario