PAGINA PRINCIPAL

jueves, 2 de junio de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS NOVENTA Y SIETE A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2597.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por haberme salvado la vida en muchas ocasiones durante este viaje que hice a Colombia para ver a mi hijo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por haberme permitido regresar a mi hogar sana y salva, por cubrirme con tu manto de protección y de amor, antes, durante y después del viaje de regreso. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por cubrir con tu manto de amor y de protección a mi hijo menor, por estar ahí junto a el protegiendo su vida y su salud, por estar ahí junto a él acompañándolo en este proceso de depuración por el que está atravesando ahora y porque nunca lo has dejado solo y nunca lo has dejado de amar, con ese amor tan puro e incondicional que siempre recibe desde tu corazón para su corazón. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma, por salvar mi vida el domingo pasado, por no permitir que muriera en Colombia dentro de un hospital cargado de falta total de humanidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco de todo corazón por darle el valor a mi hijo para resistir la soledad, por llenar su corazón con tu amor para que la soledad humana no le haga más daño, por abrir su entendimiento a la verdad y por ayudarlo a luchar por mantener su vida y su salud de una mejor manera. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias, gracias, gracias, por tanto, amor, por permitirnos sentir ese tu inmenso amor y por bendecirnos siempre con ese amor a pesar de que no lo merecemos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario