PAGINA PRINCIPAL

viernes, 3 de junio de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS NOVENTA Y OCHO A DIOS (M23)



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2598.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la salida de los vicios que lo atan de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días para que esa salida sea una pronta realidad, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo la tristeza de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección para que desaparezca para siempre de su existencia gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo la ansiedad de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días para que desaparezca para siempre de su existencia, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo los deseos de vivir de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días, para que esos deseos se hagan grandes, fuertes y que encuentre ese enorme deseo en la grandeza de tu inmenso amor, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo la rabia que mi hijo menor tiene en contra de todos nosotros y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, para que desaparezca para siempre de su existencia gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario