Buenas tardes mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2596.
Pero entes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN,
POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA
TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que
he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones
con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida
y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas mis peticiones.
Dios de mi vida, tu y solamente tu sabes cuanto dolor hay dentro del corazón de
mi hijo menor, cuan decepcionado esta de todos nosotros los integrantes de su familia,
cuan culpable me siente a mi de todas las cosas terribles por las que tuvo que
pasar siendo un niño y que yo soy la causante de que se criara solo en las
calles. Es por lo que te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor me perdones por todos esos enormes errores que cometí en el pasado, por
no haber sido una buena madre, por todo lo que yo hice para contribuir a la
enorme tristeza que embarga el corazón de mi hijo. Te lo suplico por tu amor y
te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en tus
manos encomiendo la salud mental de mi hijo y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor le ayudes a dejar de lado sus adicciones para que pueda pensar
con claridad y lograr cuidarse a sí mismo como se debe, gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos
encomiendo los deseos de vivir de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y
todos los días, para que él pueda rescatar de su interior las ganas de luchar y
seguir viviendo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, en tus
manos encomiendo esta situación tan terriblemente oscura por la que estamos
atravesando mi hijo menor y yo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor bendigas nuestro corazón para que seamos capaz de perdonar, de olvidar
y de seguir adelante como madre e hijo que somos. Te lo suplico por tu amor y
te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario