PAGINA PRINCIPAL

viernes, 1 de abril de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS TREINTA Y OCHO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2538.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la recuperación total de la salud física, mental y espiritual de mi hijo menor, encomiendo su conciencia, su concentración y la protección total de todos los órganos de su cuerpo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo el viaje de mi hija y de su esposo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que regresen a su casa sanos y salvos, gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo a mi hijo mayor, a mis nietos y a su compañera sentimental y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección este y todos los días de esa maravillosa vida que les permites tener, conservar y disfrutar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo todos mis temores a cerca de la salud de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas mi fe con tu amor, compañía y protección para que nunca me falte y para que esa fea sea cada día más fuerte, ciega e inquebrantable. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo todos mis temores a cerca de todo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los tomes en tus sagradas manos para que desaparezcan para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario