PAGINA PRINCIPAL

sábado, 2 de abril de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS TREINTA Y NUEVE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2539.

Pero antes que nada quiero decirte gracias POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO, Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi alma y mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, sé que te he repetido muchas veces que decirte gracias no alcanza a cubrir lo que siente mi corazón al recibir de tu parte tanto amor y tantas bendiciones. Pero no conozco otra palabra. Te agradezco de todo corazón por estar dentro de nuestros corazones. Tu eres nuestro mayor, único y verdadero milagro. Ese milagro que alimenta nuestro espíritu y nos da vida en tu amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, cada nuevo día de vida que me regalas es un milagro para mí, despertar y tener la energía para levantarme es un milagro para mí, poder pensar, hablar, caminar es un milagro para mí, pero mi mayor milagro es saber que tu mi Diosito adorado vives dentro de mi corazón, que mi corazón late fuerte es gracias a tu amor y que el calor de mi cuerpo es gracias a que tu mi amadísimo señor Jesucristo me cubres con el cálido manto de tu abrazo. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por cuidar de mí y de todas las personas que me diste para amar en este mundo con tanto amor y cariño. No sé cómo definir lo que siente mi corazón al recibir la bendición de tu gran amor, pero quiero que sepas que ese tu inmenso amor, es la verdadera razón por la que yo existo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por haberme elegido para regalarme este mundo de amor del que ahora disfruto, por elegir a mis hijos para regalarles ese mundo de amor del que ahora disfrutan y por permitirnos compartir juntos la grandeza de tu amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, gracias por crearnos, por amarnos, por conservar nuestra vida y sobre todo por estar siempre con todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario