Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente
gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2537.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por
regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias,
gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por
favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y
espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi
vida, yo te agradezco de todo corazón por guiar nuestros pasos en el camino por
la vida que tu nos regalas a diario. Gracias por mostrarnos el sendero a
seguir, por corregir ese sendero cuando nosotros nos desviamos, por hacer que
ese sendero sea hermoso y sobre todo porque estas con nosotros en todo momento mientras
recorremos ese sendero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por
mi mente que piensa, porque esos pensamientos me llegan gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Gracias porque mis ojos pueden visualizar esos
pensamientos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Gracias
porque mi boca puede expresar esos pensamientos, gracias a ti y solo a ti mi
adorado padre celestial. Gracias porque mis manos pueden plasmar esos
pensamientos para la posteridad, gracias a ti y solo a ti mi adorado padre
celestial. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón cada
gesto de amor que tienes para mí, cada palabra de consuelo que me das a diario,
cada abrazo que me regalas, cada suspiro de felicidad que me permites tener, disfrutar
y conservar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma porque
cada día que comienza es una nueva oportunidad para vivir mejor, gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi alma, gracias porque en ese amanecer estas
tu y te quedas a mi lado para pasar conmigo los días y las noches de esta
maravillosa existencia que solo puedo tener gracias a tu amor. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario