Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2533.
Pero antes que nada quiero decirte gracias,
POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud,
gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón. Te amo,
te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, mi corazón y mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte
gracias. Dios de mi vida, todos estos días he elegido el agradecimiento como
tema para la carta que te escribo y creo que debería ser el único tema porque
en realidad ya ni siquiera sé cómo decirte gracias suficientemente para que tu
sepas y veas cuan grande es este mi reconocimiento hacia todas las maravillas
recibidas de tus sagradas manos mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, yo te agradezco de
todo corazón por el enorme milagro que mi hijo Andrés ha recibido de tus
sagradas manos. La conciencia de saber cuáles cosas le hacen daño, sus propósitos
de cambio, el valor para trabajar por ese cambio y la valiosísima oportunidad
que recibe de tus sagradas manos de ser una mejor persona. Gracias a ti y solo
a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco de
todo corazón por el milagro que me hiciste de enseñarme a comunicarme con mi
hijo, de ayudarme a aprender y practicar esa enseñanza y el acompañarme durante
todo este proceso. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de
todo corazón por actuar en mi lugar cuando tu vez que yo voy a tomar decisiones
humanas equivocadas, cuando tú ves que yo no soy capaz de hacerlo por mí misma
y cuando tu vez que yo lo necesito. Gracias por estar al pendiente de mí siempre. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te agradezco de
todo corazón por enseñarme a vivir en la fe, por ayudarme a practicar esa fe,
por reforzar esa fe en mí y por lograr en mí el milagro de poner mi fe en ti por
encima de mis miedos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo
lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario