Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente
gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2512.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias
por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias,
gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre
celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por
favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y
espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el
destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la salud
de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
la bendigas con tu amor, compañía y protección, para que se recupere totalmente
de todas las molestias que le aquejan, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en tus manos encomiendo la salud
de mi hijo mayor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
la bendigas con tu amor, compañía y protección, para que se mantenga fuerte e
inquebrantable, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo la salud
de mi hija menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
la bendigas con tu amor, compañía y protección, para que se mantenga fuerte e
inquebrantable, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la salud
de todas las personas que están pasando por algunos quebrantos y te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
para que logren recuperarse totalmente gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, en tus manos encomiendo todo, absolutamente todo en mi vida y
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor que siempre se haga
tu voluntad y no la mía. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario