PAGINA PRINCIPAL

martes, 15 de febrero de 2022

MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS NOVENTA Y TRES A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2493.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque ya van varias veces que dejo incompleta la carta que te escribo diariamente. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias y te prometo nunca más hacerlo.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por enojarme con mis hermanas, o mis hermanos o mis hijos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no saber cómo afrontar las situaciones, los problemas con mis hijos y también con mi esposo, por no poder lograr que me escuchen y me entiendan, por no saber comunicarme con ellos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan distraída, por no saber repartir mi tiempo para que me rinda y porque aún me falta conseguir un empleo para solventar verdaderamente a mi familia. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de alma, yo te suplico que, si es tu santísima voluntad, por favor me perdones por no valorar este tiempo tan precioso que tu amor me permite tener y disfrutar, cada día, todos los días. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por sentir miedo cada vez que creo que mi salud se quebranta, aun sabiendo que tu mi Diosito adorado estas aquí para protegerme y librarme de todo mal y peligro. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por tantos momentos de debilidad. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario