Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2473.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental
y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas
manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo
el futuro de mi hijo Andrés, ahora que se quiere ir a vivir en San Diego y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección, antes, durante y después de que este ubicado en su
nuevo hogar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi amor, en tus manos
encomiendo la lucha de mi hijo por ser mejor cada día y te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección
este y todos los días de la maravillosa vida que le permites tener y disfrutar.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias por este
nuevo milagro, gracias por permitirme hablar con mi hijo y saber que este bien.
Gracias por estar ahí con el ayudándolo a salir adelante, gracias por conservar
su vida y su salud a pesar de saber que él no se cuida lo suficiente. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, en tus manos
encomiendo todos los sueños de mis hijos, sus aspiraciones, el nuevo empleo de
Johana, las nuevas oportunidades laborales de Fabian y los sueños de mi hijo Andrés
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con
tu amor, compañía y protección para que todo sea una hermosa realidad. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, en tus manos
encomiendo este y todos los días de esta hermosa vida que nos permites tener y
disfrutar y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la sigas
bendiciendo con tu amor, compañía y protección, este y todos los días, por
siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario