PAGINA PRINCIPAL

viernes, 10 de diciembre de 2021

MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS VEINTYSEIS A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2426. 

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA. 

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, te agradezco con todo mi corazón por todas las cosas maravillosas que me das, por ser la luz que ilumina mi camino, por ser ese gestor de mis ilusiones, quien lucha todas mis batallas, quien está ahí para mi incondicionalmente. Por ser quien me muestra el camino a seguir y por enseñarme que mi mejor y único mundo eres tú. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi amor, gracias, por permitirme hablar con mis hijos de una manera clara, sin rabias, por darme la capacidad para entenderlos, aceptarlos y amarlos de una manera parecida, nunca igual a como tu me amas a mí. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi cielo, gracias por todo lo que tu me has dado, no solamente por las cosas materiales, porque nunca me falta comida en mi mesa, ni techo sobre mi cabeza, ni abrigo sobre mi piel, sino porque nunca me falta tu inmenso amor. Y es ese inmenso amor, el que me permite vivir inmensamente feliz. 

Dios de mi corazón, yo te agradezco con todo mi corazón por rescatar en mi la parte buena, por hacerme inocente en un mundo de mentiras, por sacar de mi cabeza los malos pensamientos y ayudarme a vivir bajo tus condicionamientos, Por actuar en mi lugar, cuando ves que yo me voy a equivocar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi alma, gracias, por todo, por las cosas maravillosamente buenas que me regalas cada día, todos los días, por las cosas malas que me permites conocer, ver y vivir, porque son esas cosas malas las que gracias a ti me enseñan cuantos errores puedo cometer. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario