Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2409.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por
todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones
con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida
y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi
vida, en tus manos encomiendo a mi hijo Francisco Fabian y te suplico que, si
es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección,
este y todos los días de su maravillosa vida. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te suplico también que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor le ayudes a tomar las riendas de su
hogar, le ayudes a entender su posición en ese hogar, le ayudes a enseñarle
valores a su compañera de vida y a sus hijos. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en
tus manos encomiendo el hogar de Fabian, te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor le abras el corazón al amor verdadero a su compañera de
vida Daniela y los cubras con tu manto de amor y comprensión para que su vida
sea muy feliz. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me des la capacidad de
perdonar las ofensas y sacar de mi corazón los momentos de rabia y dolor que me
producen las acciones de otras personas que yo no puedo comprender. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
tu sabes que desde ayer no le hablo a mi hijo mayor, que desde ayer me despedí de
él y que desde ayer tome la decisión de no volver a relacionarme con el par que
el este tranquilo. Tu sabes que esa decisión la tome por dos razones, la
primera razón fue el dolor que me produjo la acción de mi hijo de quererme
devolver el dinero que le di para la fiesta, yo se que no es su culpa, que el
no sabía, pero lo que más me dolió fue ver que el elige creer y actuar bajo la
influencia de su esposa y quizá también la de su papa. Y esa decisión me devolvió
al pasado, hasta ese momento en el que siendo unos niños mis hijos decidieron
irse con su papá, para tener una mejor vida. Eso golpeo con fuerza mis
recuerdos y me trajo un dolor que yo creí estaba olvidado.
Es por lo que te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por mis
sentimientos y por mis acciones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
La segunda razón fue
que en realidad quiero que mi hijo tenga cero conflictos en su vida y pienso
que yo soy una gran generadora de esos conflictos. Te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad, por favor me perdones por serlo. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor cuides a mi hijo mayor Fabian y lo
protejas siempre, aunque hablemos o no hablemos, tu sabes cuanto yo lo amo y
que siempre le deseo lo mejor. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas
gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario