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domingo, 24 de octubre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS SETENTA Y NUEVE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2379.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, como tu sabes, hace pocos días comencé a sentir un dolor en el costado derecho, y una inflamación que va y viene después de consumir ciertos alimentos. Hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor tomes en tus sagradas manos ese mi dolor y lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que desaparezca para siempre, gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo mi inteligencia para saber que tengo y mi sabiduría para entender que comer y como hacerlo para que, sea lo que sea que yo tenga, desaparezca para siempre con tu bendición. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo mi salud del cuerpo, de la mente y del espíritu y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo mi fe, y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de mi maravillosa vida para que yo pueda resistir el dolor, buscar el alivio confiando ciegamente en que tu mi Diosito adorado me mostraras el camino para hacerlo. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo este y todos los días de nuestra hermosa vida y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección a todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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