Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2380.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU
DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR
CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por
todo mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón, mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi
amor.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga
vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por la semana
que gracias a ti termina y la nueva semana que gracias a ti y solo a ti, nos
permites comenzar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial. Dios de mi amor, te agradezco de todo corazón por enseñarme como
hacer para mejorar mi salud estomacal, que comer y que no comer. Gracias por
enseñarme cual es la mejor recomendación para ver y practicar. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo,
gracias por estar conmigo en todos los momentos, en mis días, en mis noches,
durante mis momentos tristes, en mis momentos felices, porque los momentos
felices salen de mi corazón, y la única razón de esa felicidad, es que tu estas
ahí. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
gracias porque todos los días haces realidad la frase que dice con Dios todo,
sin Dios nada, esa frase me alienta cada día a realizarlo todo con fe y sin
miedo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma,
gracias por permitirme conocer un nuevo lugar en el día de ayer, por permitirme
disfrutar de ese lugar, por estar ahí conmigo, cuidando de mí, mientras que lo conocía.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, yo
te agradezco con todo mi corazón por todas las cosas que me permites hacer, por
regalarme la oportunidad de levantarme cada día y hacer mi vida de la manera
que tu me lo permites. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial. Dios de mi amor, gracias por ser todo en mi vida, porque mi vida no
seria nada sin ti. Gracias por bendecirme con tu inmenso amor y permitir que ese
amor tuyo lleve mi existencia por el mejor camino. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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