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sábado, 23 de octubre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS SETENTA Y OCHO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2378.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por regalarme la bendición de haberme permitido comenzar con éxito mi proceso para hacerme ciudadana de los estados unidos. Gracias por darme la inteligencia necesaria para llenar la aplicación, subir las pruebas online, pagar y terminar el proceso a través de mi computadora. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, gracias por regalarme la enorme bendición de que inmigración aceptara mi aplicación y lo que es mucho mejor, que no necesite presentarme personalmente para los datos biométricos. Gracias por evitarme ese paso. Este nuevo milagro en mi vida es gracias a ti y solo a ti mi Diosito adorado y te agradezco con el alma por amarme tanto y bendecirme enormemente cada día todos los días de mi maravillosa vida. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por poner tus manos sobre mis manos para que yo escriba lo que tu deseas que yo escriba, gracias por poner tu mente en mi mente para que yo tenga la habilidad de comprender las cosas que leo, las cosas que escucho, las cosas que tengo que hacer. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por estar presente siempre, en cada momento, en todo lugar, guiando mis pasos, ayudándome hasta en lo mas mínimo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo este proceso de inmigración de principio a fin y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que se termine. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias por todo lo que haces por mí, gracias por este nuevo milagro, gracias por ayudarme tanto, gracias por amarme siempre, Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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