Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2347.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con una
de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte
que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con
tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y
salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi
vida, en tus manos encomiendo este y todos los días de nuestra maravillosa vida
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con
tu amor, compañía y protección. Te lo suplico por tu amor y te soy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en
tus manos encomiendo el destino de mi hermano Leo, su vida, su salud, la consecución
de una mejor manera de mantenerse a sí mismo y de mantener a su familia y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu
amor, compañía y protección por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en
tus manos encomiendo a mi esposo y a sus familiares, a mis hijos, a mi hija, a
mis hermanos y hermanas, su vida, su salud, su economía, sus sentimientos y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu
amor, compañía y protección por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
en tus manos encomiendo todo en mi vida y en la vida de todos nosotros tus
hijos alrededor del universo entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor nos sigas bendiciendo con tu amor, compañía y protección, cada día,
todos los días, por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, en
tus manos encomiendo a mi gato, a mi tortuga, a la gata de mi hija, al gatito
de mi hermano, a los animales que acompañan a los miembros de la familia que me
diste para amar en este mundo y a todos los demás animales alrededor del mundo
entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los
bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de su maravillosa
vida. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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