PAGINA PRINCIPAL

viernes, 4 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CINCO A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3455.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón por ser una persona totalmente fracasada, por no haber aprovechado la vida tan hermosa que me has dado para hacer de esa vida un mundo feliz para mi y para todos los seres que me diste para amar en este mundo. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por mi fracaso humano y te doy inmensas gracias por amarme tanto a pesar de mis fracasos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por fracasar como hija tuya, considero que todavía soy un completo fracaso porque no he conseguido dejar atrás mi lado humano para cumplir a cabalidad con todas las promesas que te hice de no pelear. En este punto quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por continuar peleando con mi esposo Guadalupe. Mis peleas no tienen justificaciones, más que la impotencia que me produce el depender al cien por ciento del trabajo de mi esposo, el depender hasta para lo mas mínimo. Y lo peor es que esa dependencia es solo culpa mía. Es una situación que parece nunca va a acabar y esa dependencia es la que a mi esposo le molesta demasiado.

Yo sé que el esta cansado de mantener este hogar, que yo me he convertido en una carga muy pesada para el y por ese motivo cualquier cosa que yo le diga se vuelve un enorme caos. Se también que, no es justo para el tener que mantenerme a mí, yo debería ser independiente, tu me diste todo para serlo y yo no lo supe aprovechar.

Solo quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad por favor me perdones por no servir para nada y me des la oportunidad de volver a empezar sin ser una carga para nadie. Que me abras las puertas para que yo pueda mantenerme a mi misma y a mis hijos sin necesitar el dinero que Guadalupe gana porque el merece vivir mejor y con su trabajo puede tener el éxito que no ha podido tener por darme el dinero a mí. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario