PAGINA PRINCIPAL

viernes, 6 de septiembre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS VEINTISIETE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3427.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no saber administrar los dineros que ganamos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque aun no he aprendido a no tomarme personalmente las frustraciones y rabias de los consumidores en mi trabajo. Que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no tener mas paciencia con los consumidores y que si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por desconectar la llamada cuando las cosas se ponen difíciles durante la llamada. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias y te prometo poner mas de mi parte para realizar mis labores mejor cada día, todos los días mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por estar tan pendiente del dinero que mi esposo tiene en su cuenta, en lugar de darle libertad para administrar su dinero porque él es quien se lo gana. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haber sabido crear a mis hijos con mas amor, por no haberlos cuidado como debí cuidarlos, por no haberlos puesto a ellos primero que a mis miedos o a mi mediocridad. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haber aprovechado mejor el tiempo de vida que tu me has regalado en este mundo de amor maravilloso que tu creaste para todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Por no haber sido una mejor persona, por no haber sabido valorar todo lo bueno que tu me regalas cada día, todos los días y sobre todo que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haberte demostrado mi amor desde el día en el que tuve conciencia para hacerlo. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario