PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 10 de julio de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS SESENTA Y NUEVE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3369.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú eres el único que sabe en que yo me gasto el dinero, y sabes el porque nosotros no hemos podido comprar una casa. Durante muchos años yo no trabaje, y esos años en los que no trabaje yo no produje dinero, al contrario, me gaste todo el dinero que mi esposo traía a casa. Obviamente me lo gaste en las obligaciones de la casa y también en mis propias obligaciones. Esa época en la que yo no trabajé, no ahorramos y después de eso pues ya tu sabes lo que nos pasó y como quedamos económicamente.

Dios de mi amor, hoy, de nuevo, estamos buscando renta. Buscando un lugar para movernos con nuestros animales, porque la dueña aumentó el valor del alquiler y nosotros no estuvimos de acuerdo en pagar ese aumento. Ahora estamos en el mismo lugar, buscando desesperadamente un lugar para rentar.

Dios de mi cielo, hoy yo quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos abras las puertas que necesiten estar abiertas para que nosotros podamos comprar una casa en lugar de rentarla. Estoy consciente de que es algo muy grande lo que te estoy pidiendo y que no contamos con nada de dinero, al contrario, debemos demasiado, pero te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, la posibilidad de tener un lugar propio donde terminar nuestros días para ya no estar de un lado para otro supeditados a todos los requerimientos de los dueños de las casas que se rentan y expuestos a ser lanzados a la calle en cualquier momento, por cualquier motivo. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos ayudes a tener la paciencia necesaria para esperar hasta que este maravilloso milagro sea una realidad gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario