Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 3378.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, en el día de hoy, me gustaría,
si es esa tu santísima voluntad, poder escribir una carta para mi hijo menor Andrés,
que el pudiera leer esa carta, que el pudiera entender esa carta y que el
pudiera perdonarme por todos los errores cometidos y que le relataré en esa
carta. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te
agradezco con todo mi corazón por traer a mi memoria muchos hechos de mi pasado
que yo ya había olvidado. Muchos de esos hechos creo que fueron la causa para
el odio tan grande que mi hijo menor ahora me profesa y creo que es lo
correcto, pedirle perdón a mi hijo por esos hechos del pasado que lo
lastimaron. Yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me
permitas escribir las palabras correctas para pedirle perdón a mi hijo por
todas esas cosas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias
a ti y solo a ti yo se que nunca es tarde para arrepentirse de todos los
errores cometidos y que nunca es tarde para pedir perdón. Yo se que tu ya me
has perdonado y se que tal vez mi hijo nunca me perdone, pero de todas maneras
el reconocer mis faltas ante sus ojos, podría ayudarlo de alguna manera.
Gracias Dios de mi alma por permitirme tener la humildad necesaria para pedir perdón.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias
a ti y al inmenso amor que tú pones dentro de mi corazón para compartirlo con
esos seres que tu me diste para amar en este mundo, es que yo puedo seguir amando
a mi hijo menor a pesar de saber que el me odia. Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
señor Jesucristo, tu amor logra vencer al odio sin importar cuan grande sea ese
odio. Oh, mi adorado padre celestial,
gracias por hacerme valiente y por permitir que yo entienda mis errores, acepte
mis errores y pida perdón por esos errores. Eso solo puedo lograrlo gracias a
ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario