Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 3352.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo
día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo
con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo,
te amo, mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón
por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y
también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de
llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a
todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de
todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la petición
que mi hijo menor y yo tenemos en inmigración y te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que
esa petición sea revisada y aprobada tan pronto como tu decidas. Eso solo puede
ser posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo seños Jesucristo. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, en tus manos encomiendo esta semana que esta terminando y la nueva
que va a comenzar gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con ti
amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por
siempre y para siempre, para que, la semana que termina se lleve todo lo malo
que haya pasado y que la nueva semana que llega, traiga cosas maravillosas para
toda la humanidad. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios
de mi cielo, en tus manos encomiendo los años que se fueron, esos años que se
llevaron cosas bonitas de la humanidad, pero que gracias a ti, también se
llevaron cosas malas y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy,
mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que las cosas malas que
pasaron durante esos años jamás se repitan y las cosas buenas que pasaron se
queden plasmadas en nuestra mente y en nuestro corazón como ejemplo de las
cosas que si debemos volver a hacer, cuando se nos presente la posibilidad de
hacerlas. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario